lunes, diciembre 25, 2006

Benditas hostias

Ante según que experiencias en la vida, una amiga mía emplea la siguiente frase:

Bendita sea la hostia que me acabo de dar.

Símplemente ¡Glorioso!

Muchas gracias, Isabel ;)

La rosa

Te regalé una rosa. Pero la rosa perecerá. Su color se apagará. Su aroma desaparecerá; sus hojas marchitarán y al suelo caerán. Al final, nada de ella quedará.

Tengo otra rosa para ti. Desde el primer día la he visto crecer. Nada pude hacer para evitarlo. Así que todos los días la miro. Todos los días la cuido. Todos los días me admiro, de verla tan hermosa.

No te daré esta rosa. Porque aunque te gusta, se que no la quieres. La abrazaré con dulzura todas las mañanas. La besaré con amor todas las noches.

Esta rosa, para mi desgracia, no es de las que mueren.

Estupidez humana

La estupidez humana no está acotada superiormente, siempre se puede encontrar un ser humano más estúpido que el anterior. Si alguien me dice que esta relación no es posible en un conjunto finito le diré que mire la cara de sus congéneres en el metro un día cualquiera y que lo vuelva a pensar. No hace falta que se desanime ni que llore, con que asienta levemente es más que suficiente.
Leido aquí.

jueves, diciembre 21, 2006

Las claves de la prosperidad

Reglas de la Buena Suerte:

  1. La suerte no dura demasiado tiempo, porque no depende de ti. La Buena Suerte la crea uno mismo, por eso dura siempre.

  2. Muchos son los que quieren tener Buena Suerte, pero pocos los que deciden ir a por ella.

  3. Si ahora no tienes Buena Suerte tal vez sea porque las circunstancias son las de siempre. Para que la Buena Suerte llegue, es conveniente crear nuevas circunstancias.

  4. Preparar circunstancias para la Buena Suerte no significa buscar sólo el propio beneficio. Crear circunstancias para que otros también ganen atrae a la Buena Suerte.

  5. Si dejas para mañana la preparación de las circunstancias, la Buena Suerte quizá nunca llegue. Crear circunstancias requiere dar un primer paso... ¡Dalo hoy!

  6. Aun bajo las circunstancias aparentemente necesarias, a veces la Buena Suerte no llega. Busca en los pequeños detalles circunstancias aparentemente innecesarias..., pero ¡imprescindibles!

  7. A los que sólo creen en el azar, crear circunstancias les resulta absurdo. A los que se dedican a crear circunstancias, el azar no les preocupa.

  8. Nadie puede vender suerte. La Buena Suerte no se vende. Desconfía de los vendedores de suerte.

  9. Cuando ya hayas creado todas las circunstancias, ten paciencia, no abandones. Para que la Buena Suerte llegue, confía.

  10. Crear Buena Suerte es preparar las circunstancias a la oportunidad. Pero la oportunidad no es cuestión de suerte o azar: ¡siempre está ahí!



Síntesis: Crear Buena Suerte únicamente consiste en... ¡Crear circunstancias!

Si a estas alturas, todavía no entendeis nada... recordad que el cuento de la Buena Suerte no está en vuestras manos por casualidad.

sábado, diciembre 09, 2006

Las reglas del juego

Regla de Oro: Haz a los demás lo que te agradaría que te hicieran a ti. Esta regla no toma en consideración las diferencias humanas.

Regla de Plata: No le hagas a los demás lo que no te gustaría que te hicieran a ti.

Regla de Bronce: Haz a los demás lo que ellos te hagan. Paga el bien con el bien, pero el mal con justicia (Confucio). Si el enemigo se inclina hacia la paz, inclínate también hacia la paz (Bill Clinton). Lo malo es que si se sigue para responder al mal, se entra en un estado de vendetta inacabable (la violencia engendra violencia).

Regla de Hierro: Haz a los demás como te plazca, antes que ellos te lo hagan a ti.

Regla de Hojalata: Trata de ganarte el favor de los que están por encima de ti y abusa de los que tienes debajo. Esto sería aplicar la regla de Oro para los superiores y la de Hierro para los inferiores.

Selección por parentesco: Privilegia en todo a tus parientes cercanos y haz lo que quieras a los demás. También llamada nepotismo.

Estrategia tal para cual: Coopera primero con los demás y luego haz lo que ellos te hagan. Esta conducta recibe el nombre de altruismo recíproco.

Carl Sagan, Miles de millones

martes, noviembre 21, 2006

Plan oculto

Me llamo Dalton Russell. Presten atención a lo que digo, porque escojo las palabras cuidadosamente y no las repetiré otra vez. Les he dicho mi nombre: soy el quién. El dónde, podríamos describirlo como una cárcel, pero hay una enorme diferencia entre estar en una celda diminuta y estar en la cárcel. El qué, es fácil. Hace poco planeé y puse en marcha la ejecución del atraco perfecto a un banco. Eso incluye el cuándo. Y el porqué, aparte de la motivación económica, es así de simple: porque puedo. Lo cual nos deja sólo el cómo, y, señores, he ahí la cuestión, como diría Shakespeare. [...]

No soy un mártir. Lo he hecho por dinero. Pero eso no es suficiente si no puedes mirarte al espejo. El respeto es la mejor de las monedas. Le he robado a un hombre que vendió el suyo por unos dólares. Y que después intentó lavar su culpa, ahogándola en una vida de buenas obras y un mar de respetabilidad. Y casi lo consigue, pero, inevitablemente, cuanto más huyes de tus pecados, más agotado estás cuando te pasan factura. Y te pasan factura. Siempre. Eso nunca falla.


Dalton Russell

sábado, noviembre 18, 2006

Todo soy yo

¿Por qué la música tan recordada, tan necesaria, tan evidente, tan traicionera, tan femenina me ataca, me derrota, me humilla y luego me ensalza hasta las cumbres y perdido me deja en ellas?
¿Por qué vuelvo a ella, a su placer, a su recuerdo, a su sensibilidad, a su dureza, a su traición, a su encanto, a su añoranza y lloro, sufro, río y vivo con ella y por ella?
¿Será por la música? ¿Será por los recuerdos que la música me trae? ¿Será solo por mí?
Sí, es mi mente, también femenina, también traicionera, quien me hace saborear mis recuerdos y soy yo quien debo luchar para creer que lo mejor aun está por llegar.
Soy yo quien debo esperar nuevas músicas y con ellas crear nuevos recuerdos.
Soy yo quien debo romper con el pasado, pero ¿por qué romper si mi pasado me gusta?

Solo es música, solo son recuerdos. Sin mí no son nada. Solo soy yo. ¡No seas necio!
La música, la de entonces, la de ahora, la que escuchas o la que recuerdas y tarareas, esa música es para vivirla, para disfrutarla.
Esos recuerdos son para mejorarlos, para hacerte más inteligente ¿o será más sabio? Para enseñarte a vivir toda la vida que aun nos queda por delante.
Para ser libre y decidir. Para que la decisión sea mejor. Y todo, realmente todo, todo soy yo.


PD: Al señor moderador de la bitácora: Si lo publico 20 veces es porque cada vez que lo subo me doy cuenta de un nuevo "?" que no es "?" sino "..." o las propias " o yo que sé, así que paciencia.

domingo, noviembre 12, 2006

El cartero del barrio 4

He aquí una historia entre lo real y lo ficticio. Ha sido presentada en el concurso literario de la localidad sevillana
Los Palacios y Villafranca de relato breve.
No creo que haya ninguna opción (en el 2005 fueron más de 400 relatos), pero como dicen los perdedores: lo importante es participar

Al menos espero que os guste y también espero vuestros comentarios. Un saludo

... como todas las mañanas me levanté temprano para ir a trabajar. Por entonces yo era un simple contratadillo, vamos el pobre desgraciado que le tocaba comerse todas las sustituciones por bajas, vacaciones o asuntos propios de los carteros fijos. Sin embargo, siendo que mi oficio vocacional realmente era la informática y que había estudiado, que no acabado todavía, la ingeniería, era de los más preparados de la plantilla.
Sí, se que resulta presuntuoso decirlo, pero era la verdad y ya que nuestro jefe no era una persona muy profusa en halagos, me los tenía que dar yo.

El otoño había llegado, pero en la costa aun no hacía nada de frío. La lluvia, con mayor intensidad en los primeros días de noviembre, era la única señal de la estación en curso. El horroroso mes de noviembre estaba allí y con él todas esas cantidades ingentes de cartas y sobre todo de impresos y revistas publicitarias de venta por catálogo...

Se veía que él no estaba bien. Sus ojos estaban más apagados que nunca, su rostro más cansado y deteriorado, su mirada lejana y su palabra inexistente. Mila, entonces de baja, le llamaba la voz, pues cada vez que hablaba, pese a hacerlo pocas veces, sonaba profunda y serena, típica de un programa de radio. Él era un muchacho, algo entradito en años, natural de Albacete y todavía, después de dos años entre nosotros, no nos quedaba claro porqué había elegido ese destino en la costa. Algunos comentaban que tenía amiga por tierras más al norte y que había elegido nuestro pueblo para estar a mitad de camino entre la familia y ella. Otros, los mal pensados, decían que quería dejar su pasado atrás, pero yo se que eso no era cierto, porque cada vez que podía volvía a visitar a su madre y amigos, allí en Albacete.
Sus andares eran siempre tranquilos, pero el barrio lo acababa al día, como el que más. No solía tener ningún fallo y la gente a la que le repartía siempre lo saludaba a su paso. Pero él estaba triste, o mejor dicho, él casi ni estaba.

Las últimas semanas se comportaba más raro que de costumbre. Yo lo sabía y lo notaba. El hecho de estar espalda contra espalda con él, el hecho de hablar todos los lunes de nuestros equipos de fútbol, el mío el Real Zaragoza, pues yo soy de allí y siempre será mi equipo y él del Alba, entonces en segunda pero con las miras puestas a ascender, el hecho de hablar un poquillo de nuestras cosillas, de los compañeros, de cómo es la vida cuando uno no está en su tierra, aunque yo jugase con ventaja...

Pocas veces le hablaba de mis enanos, y casi nunca de mi mujer. Para hablar de mis dos hijos estaban mis compañeras, todas ellas madres. Y tampoco hablábamos de nuestros barrios, entre otras cosas porque él siempre había hecho ese, el barrio 4 y yo en esos años había hecho todos, todos menos el suyo.

También hablábamos por correo electrónico. Recuerdo que ya una vez, tiempo atrás, él había estado faltando unos días. Creíamos que estaba enfermo e iba al médico, pero no lo sabíamos seguro. Un día me decidí a escribirle un correo y me dijo que ya todo estaba bien, que ya todo estaba solucionado. Me sentí tranquilo y reconfortado.
Pero en ese noviembre no, las cosas no iban bien. Yo, como siempre, me ofrecía para lo que hiciera falta, desde acompañarlo alguna tarde a pasear hasta lo que fuera. Una mañana me lo dijo:
- ¿Has leído mi correo?
- No, no me llegó ninguno ayer. - Contesté yo.
- Bueno, te mandaba algo... no nada en especial ¿pero de verdad que no lo has leído?
- No, hombre, no. Ya sabes que si lo hubiera leído algo te hubiera comentado.
- Ah, claro... - Su voz se apagó por un instante. Y titubeando me lo soltó - Pues te pedía dinero.
- ¿Dinero? Ah, vaya... pues de verdad que no me ha llegado nada.
- 200 Euros.
- Jo, pues no se cómo lo voy a hacer, no se donde está mi tarjeta y sin ella, claro, no puedo sacar dinero...
Casi no había acabado cuando él ya me cortó:
- Tranquilo, lo entiendo.
- No, Álvaro, no, que es verdad, pero la busco y quedamos a la salida del curro, a las 3.
Era cierto, mi tarjeta no sabía donde estaba y recordaba haberla dejado el día anterior entre mis cosas, encima de la mesa, a la vista de todos, mientras liquidaba los certificados. Fui malo, ahora se que fui malo, porque por un momento dudé de él. Es la inseguridad que provoca la fragilidad del ser humano. Cogí la moto y salí disparado hacia casa, aprovechando que era la hora del almuerzo. Recuerdo llegar a casa y estar mi madre tumbada en el sofá, había venido a cuidar del pequeñín, pachucho de la tripa, siendo que ella tampoco se encontraba bien ese día.
Subí corriendo a lo alto de la buhardilla lo más rápido que pude, encendí mi ordenador y mientras este arrancaba busqué la tarjeta, entre la duda y la obligación. La hallé. Me sentí mal. Me sentí injusto. Me sentí traidor y me dolió, me dolió no tanto por él, sino por mí mismo.

Al volver del almuerzo le dije que había ido a por la tarjeta, que ya la tenía y que si tantas veces me había ofrecido era para cumplirlo. También le dije que había leído el correo y le di gracias por confiar en mí, por tenerme como su compañero y amigo. Le dije que siguiera contando conmigo.

Las dudas siguieron estando hasta el momento de darle el dinero, en el fondo solo eran 200 euros, pero para una persona trabajadora, con niños e hipoteca, y sobre todo no acostumbrado a dejar y menos a pedir, era un complicado trago.
Se lo di, le dije que si se quería venir a comer algo conmigo, que invitaba yo, pero rechazó la invitación.
Al día siguiente el raro era yo. Pero poco a poco me fui relajando y pasó bien la jornada. Llegó el fin de semana y el lunes siguiente. Una compañera se acercó y le recordó que necesitaba el dinero prestado, que si ya había cobrado. ¡Vaya, no era yo su único "acreedor". Eso me asustó. Le pregunté y me dijo que al día siguiente nos lo daría, que solo éramos ella y yo. Tenía pedido el préstamo y ese martes se lo confirmaban, justo antes de salir de puente a su tierra, justo al día siguiente.

Aun me duele, me duele mucho. Sus ojos fuera de las órbitas, reventados de sangre, cristalinos, rotos por dentro. Había llegado tarde, cuando nunca lo había hecho. Se acercó a mí y me devolvió mi dinero.
- ¿Seguro que no lo necesitas aun?
Sus ojos se me clavaron. Su voz, pesada y rasgada parecía provenir del mismísimo demonio:
- Me han denegado el préstamo? No lo entiendo.
Ese día repitió varias veces que se iba a Albacete, pero que no sabía si volvería. Hablé poco, pero lo suficiente con él: Sabía que en mi casa tendría comida y teléfono para llamar a su madre.
Volvió, volvió durante unos días hasta los siguientes asuntos propios y ya no volvimos a saber de él.

No lo vi, pero lo se. Se que fue paseando hasta la playa. Anduvo, anduvo y meditó, anduvo y pensó, anduvo y casi se rindió. Se acercó a las rocas, desde lo alto lo miró, miró el acantilado y no tuvo miedo. En el último momento decidió vivir, reempezar su vida y ser feliz.
Pasaron muchos meses, no se, tal vez un año. Un día sucedió, llegó una postal:
Al amigo Jujosaro: Gracias por tu web, me ayudaste y ahora soy libre. Me va todo muy bien y soy feliz. Ven cuando quieras, solo tienes que preguntar por mí. Cuídate.
PD: Da saludos a los demás y otro beso fraternal a Merche.

La postal no era una típica imagen de ningún sitio conocido, de una iglesia, una playa o un monumento, no. Era una fotografía suya delante de un local cuyo rótulo versaba así: Casa el Albaceteño.
Nadie sabía como, pero se había montado un bar, en el pueblo de su amiga, y parecía muy feliz.
Tal vez yo tuve algo que ver, eso espero, pero me da igual, para mí fue un triunfo. Desde entonces y como antes, cada mes, en mi web se siguen viendo protestas, la protesta de jujosaro.net y por ello yo también soy feliz.

miércoles, noviembre 01, 2006

Perturbaciones

Lo que perturba a los seres humanos no son las cosas, sino las opiniones acerca de ellas. [...]

Por tanto, cuando algo nos contraríe, nos perturbe o nos aflija, no hemos de culpar al prójimo sino a nosotros mismos, es decir, a nuestras opiniones. Es propio de ignorantes acusar a otros cuando algo les va mal; en cambio, culparse uno mismo es propio de quien comienza a aprender. Y no culpar ni a los demás ni a sí mismo es lo que hace quien ya ha acabado de formarse.


Epicteto

lunes, octubre 02, 2006

Arriba

Ya hace horas que cayó la noche, pero eso ahora da igual.
Tal vez mañana, cansado y con sueño me repita otra vez más:
"hoy me acuesto pronto, hoy sí, de verdad"
Pero llega la noche... y la paz.

Abajo todos duermen. Arriba solo estoy yo, solo yo y mi música,
Solo yo y mis pensamientos, solo yo y mi noche, solo yo y mi paz.
Arriba pienso, pienso y oigo, pienso y escucho.
Arriba busco, arriba leo, arriba juego, arriba trabajo. Arriba disfruto.

Este es mi mundo, este es otro mundo. No lo puedo extender a lo demás,
No lo puedo ofrecer a los demás... o a veces sí.
Entonces arriba coge vida, coge luz, coge brillo y se multiplica.
Entonces Arriba es con mayúsculas y él mismo se gusta.

¿Pero qué es arriba? ¿Realmente existe? ¿Acaso alguien más lo ha visto?
Sí, por arriba se que has pasado tú, y también el otro.
Por arriba van y vienen, a veces, los de abajo. Y lo hacen suyo.
Por arriba discurre el tiempo o tal vez no, solo se congele,
Aunque a la mañana siguiente mi cuerpo lo niegue y afirme lo contrario.
Por arriba sigue la música, siguen las imágenes, sigue la mente viva.

¿Quién quiere estar abajo pudiendo estar arriba?
¿Quién quiere ser abajo pudiendo ser arriba?
Todos. Todos somos abajo. Pero todos tenemos nuestro Arriba.
El mío sí que está arriba, ¿y el tuyo? ¿Dónde está el tuyo?

Imposible esconderlo, difícil compartirlo.
Precioso encontrarlo, imprescindible no perderlo.
Que tengas suerte y halles Tu Arriba.
Te hará libre y feliz aunque mañana lo maldigas.

Dedicado a ti y TÚ sabes quien eres, y TÚ sabes que mi Arriba también te espera...

lady

Lady
by Modjo
album: Modjo (2001)

Lady
Hear me tonight
'Cos my feeling
Is just so right
As we dance
By the moonlight
Can't you see
You're my delight

Lady
I just feel like
I won't get you
Out of my mind
I feel loved
For the first time
And I know that it's true
I can tell by the look in your eyes

Y se repite y se repite y ...

sábado, septiembre 30, 2006

Propósitos y olvidos

El propósito de una trampa para peces es cazar peces, y, cuando éstos han sido capturados, la trampa queda olvidada.

El propósito de un cepo para conejos es cazar conejos. Una vez capturados éstos, el cepo cae en el olvido.

El propósito de las palabras es transmitir ideas. Una vez captada la idea, las palabras quedan olvidadas.

¿Dónde podría yo encontrar a un hombre que haya olvidado las palabras? Es con él con quien me gustaría hablar.


Chuang Tzu

jueves, septiembre 07, 2006

Muere lentamente (un texto de Pablo Neruda)

Muere lentamente quien no viaja,
quien no lee.

Muere lentamente
quien destruye su amor propio,
quien no se deja ayudar.

Muere lentamente
quien se transforma en esclavo del hábito
repitiendo todos los días los mismos
trayectos,
quien no cambia de marca,
no se atreve a cambiar el color de su
vestimenta,
o bien no conversa con quien no
conoce.

Muere lentamente
quien evita una pasión y su remolino
de emociones,
justamente éstas que reresan el brillo
a los ojos
y restauran los corazones destrozados.

Muere lentamente
quien no gira el volante cuanto está infeliz
con su trabajo o con su amor,
quien no arriesga lo cierto ni lo incierto
para ir atrás de un sueño.
quien no se permite,
ni siquiera una vez en su vida
huir de los consejos sensatos.

¡Vive hoy!
¡Arriesga hoy!
¡Hazlo hoy!
¡No te dejes morir lentamente!

¡No te impidas ser feliz!

miércoles, septiembre 06, 2006

La forma de mi corazón

Reparte las cartas meditabundo
y aquellos con los que juega nunca sospechan
que no juega por ganar dinero
ni por obtener prestigio.
Reparte las cartas para encontrar la respuesta
a la sagrada geometría de la casualidad
a la ley oculta de la probabilidad
y los números dirigen la danza.

Sé que las picas son las espadas de un soldado
sé que los tréboles son armas de guerra
sé que los diamantes son señal de dinero en este juego
pero esa no es la forma de mi corazón.

Puede jugar la jota de diamantes
puede echar la reina de picas
puede ocultar un rey en su mano
mientras su memoria se desvanece.

Sé que las picas son las espadas de un soldado
sé que los tréboles son armas de guerra
sé que los diamantes son señal de dinero en este juego
pero esa no es la forma de mi corazón.

Y si te dijera que te amé
quizá pensarías que fue un error.
No soy hombre de muchas caras
sólo llevo puesta una máscara.
Aquellos que hablan no saben nada
ya se darán cuenta de su imprudencia
como esos que siempre maldicen su suerte
y aquellos que sonríen; están perdidos.

Sé que las picas son las espadas de un soldado
sé que los tréboles son armas de guerra
sé que los diamantes son señal de dinero en este juego
pero esa no es la forma de mi corazón.


Sting - Shape of my Heart (traducción libre)

jueves, agosto 24, 2006

Oportunidades

¿Que no pueden admirar tu agudeza? Sea, pero todavía existen otras muchas cosas para las que has nacido con un don natural. Haz acopio, pues, de aquellas que dependen únicamente de ti: sinceridad, dignidad, fortaleza, moderación frente a los placeres, resignación ante el destino, necesidad de poco, bondad, libertad, sencillez, seriedad en los propósitos, grandeza de ánimo.

¿Te das cuenta de cuántas cosas puedes adquirir ya, sin que tengas ninguna incapacidad o insuficiencia natural que te sirva de excusa? Y, sin embargo, de forma voluntaria, te encuentras todavía por debajo de tus posibilidades. ¿Es por culpa de un defecto en tu constitución por lo que te ves obligado a refunfuñar, a ser avaro, a adular, a culpar a tu cuerpo, a darte gusto, a andar sin rumbo, a hacer sufrir a tu alma tales oscilaciones? No, desde luego. Hace tiempo que podías haberte librado de estos defectos, y ser culpable sólo de cierta lentitud y torpeza para comprender. E incluso la lentitud puedes ejercitarla, y no resignarte ni complacerte en ella.


Marco Aurelio

martes, agosto 15, 2006

Revelaciones

¿Te importa si te hago una observación? Estás al borde de la angustia existencial. Esa desesperada necesidad de compañía, para que algo llene tu tiempo. Estás mirando tu propia tumba.

Mírate al espejo. ¿Qué es lo que ves? ¿Un extraño? ¿Nada? ¿Por qué? Porque allí no hay nada. Eres un árbol sin sombra. Eres un pozo vacío. Eres un grito silencioso. La mayoría del tiempo puedes negarlo, pero no cuando estás solo sin distracciones. Entonces te ves forzado a enfrentarte y a tratar con la cuestión, es decir, se te lanza a la cara, te lo tragas.

La única cuestión: ¿cuál es el significado de mi existencia? Deja de huir, no puedes escapar a la respuesta. Tu existencia no tiene significado. Ninguno. Y si no eres capaz de asumirlo, vas a continuar llevando una vida incompleta, frustrada y completamente neurótica. No pretendo darte un consejo, pero si yo fuera tú, aprendería a quedarme quieto frente al abismo, a abrazarlo, a no hacer nada.


Bernard Stevens

domingo, julio 02, 2006

Italia y España, ¿países hermanos?

Durante mi reciente estancia en el país transalpino, he podido constatar las, en ocasiones, abrumadoras diferencias que existen entre nuestros dos países, a los que a menudo se considera, equivocadamente, casi gemelos. Esta primera entrega se centrará en:

Los trenes.
Este quizás sea el tema que más llama la atención a un español. Acostumbrado a lo altos precios de los trenes en España, sorprende el precio tan bajo que un billete de tren puede alcanzar en Italia. Hasta aquí, nada raro, pues todos sabemos lo sobrevalorados que están los trenes aquí. Lo extraño viene al tener que elegir la modalidad del billete: tenemos, o bien el billete sencillo o el billete con reserva de asiento. Con el billete sencillo te aseguras poder subir al tren pero no sentarte. Puedes sentarte, pero si llega el viajero que ha reservado ese asiento, tendrás que marcharte a otro lugar, asiento o pasillo, con el engorro que puede suponer ir de vagón en vagón acarreando la maleta, como un nómada ferroviario. Cierto que eso pasa solamente en los trenes clásicos con compartimentos para seis personas.
Italia dispone, además, de una moderna flota de trenes Eurostar que equivaldrían a nuestros AVE... si no fuera porque van por una vía normal y, lógicamente, a la velocidad normal, con lo que no te ahorras nada de tiempo y además hay que pagar un extra por la comodidad de reservar el asiento (obligatoriamente, claro). Estos trenes son muy cómodos, excepto si te reservan el asiento en un vagón sin aire acondicionado. Entonces, a 45 grados, te conviertes en un viajero de segunda que ha pagado como uno de primera, y lo que es peor: en un paria que va de vagón en vagón suplicando por un asiento en el que se vaya fresquito, ante el disgusto del resto de viajeros que te ven como un mendigo, y ante la absoluta indiferencia por parte de los revisores, a los que les da igual que en tu vagón se viaje como en la India, según afirma un viajero indio que parece absolutamente indignado, y que insisten en que ese no es su problema. ¿La solución? Muy sencilla: todos los viajeros del vagón 4 (el damnificado), en el vagón restaurante, consumiendo espacio. Tres horitas de pie, y eso no es lo peor, pues el tren viajaba desde Nápoles a Milán (yo viajaba de Florencia a Milán) y eso deben ser como 8 o 10 horas.
Ya se sabe: distintos países, distintas costumbres. Otro día, más.

miércoles, junio 28, 2006

El París del norte

Deja que te diga algo. Una persona puede tener un profundo efecto sobre otra. Y dos personas... dos personas, pueden hacer milagros.


Ned Svendborg

lunes, junio 12, 2006

Vida y sueños

En los sueños comienza la responsabilidad, escribió el poeta. Y quizás así es. ¿Podría ser que tomamos los sueños demasiado a la ligera? Esas imágenes de lugares desconocidos, ¿no podrían ser de hecho ángeles en vuelo, nuestras almas por los aires?

Recientes experiencias han hecho que vuestro servidor penetre de nuevo en las espesuras de lo metafísico. Y por insólito que parezca, en esta era de lo racional, emergí del lado de los que no tienen más remedio que depositar su fe en cosas difícilmente explicables.

Abríos a vuestros sueños, amigos. Abrazad esa orilla distante, porque nuestro viaje mortal termina demasiado pronto.


Chris Stevens desde la K-OSO




Las altas torres, los bellos palacios, los templos solemnes. Todo el globo en realidad, todo ello, terminará por disolverse. Y como una pantomima insustancial, no dejará el menor rastro. De la misma sustancia de los sueños estamos hechos. Y nuestras pequeñas vidas terminan con un sueño.


La Tempestad. William Shakespeare

jueves, mayo 25, 2006

La vida es hermosa, vivirla no es una casualidad

Extraña es nuestra situación sobre la Tierra. Pero hay una cosa que sabemos: el hombre esta aquí por el bien de sus semejantes, sobre todo de aquellos de cuya sonrisa y felicidad depende la suya propia. Y por el bien de los incontables desconocidos con cuyos destinos nos unen los lazos de la simpatía.


Albert Einstein

domingo, mayo 21, 2006

domingo, mayo 14, 2006

Ruge fiera en su interior
la piedra fría,
quieta,
helada por el paso de los años
y de los desengaños.

Ahora calla,
Ahoga su grito sordo
en su negrura.

Y así,
una y otra vez,
la fiereza desolada
y el grito sordo
del silencio
se suceden.

Una y otra vez,
Una y otra vez.

Amarga soledad acompañada.

sábado, abril 29, 2006

Un relato

"Un hombre pasa muchos años disparando un rifle... y se va a la guerra. Después, entrega el rifle a la armería y cree que ha terminado su relación con el rifle. Pero haga lo que haga con sus manos: amar a una mujer, construir una casa, cambiarle los pañales a su hijo... sus manos recuerdan el rifle".
Anthony Swofford

martes, abril 04, 2006

Ladrones de Sueños

Una vez tuve un sueño,
y supe que se haría realidad.

Así fue.

El sueño cobró vida
en otra vida.

Pura casualidad.

Otra vez tuve otro sueño.
También supe que se haría realidad.
Y se hizo,
en otra vida.

¿Pura casualidad?

De nuevo tuve un nuevo sueño
y de nuevo otra vida lo vivió.

Ya no quiero soñar más.

Pero he de seguir soñando vidas
para que otros,
ladrones de sueños,
las vivan por mí.

jueves, marzo 16, 2006

Sólo tú

La mayoría habeis estado donde yo estoy esta noche: en el lugar del accidente del amor no correspondido. Y os habreis preguntado, ¿cómo he llegado hasta aquí? ¿Qué tiene ella de especial? ¿Será su sonrisa? ¿Cómo cruza las piernas? ¿La forma de su tobillo? ¿La conmovedora vulnerabilidad de su cintura?

¿Cuáles son esas cosas elusivas y efímeras que encienden la pasión en el corazón humano? Es la eterna pregunta. El alimento perfecto para la mente en una cálida noche de verano. [...] El amor no mira con los ojos, sino con el corazón. Por eso al alado Cupido siempre lo pintan ciego. Sí.


Mientras, de fondo, suena esta canción:

Vamos a soñar bajo la luz de la luna.
Dime que me amas.
Dile a las estrellas del cielo qué es lo que sientes.
Vamos a soñar bajo la luz de la luna.
Di que te alegras de haberme encontrado.
Pon tus brazos a mi alrededor antes de que nos separemos.


Chris Stevens desde la K-OSO

miércoles, marzo 08, 2006

La Casa Maldita (1) (hace unos años)

(miércoles, 27 de noviembre de 2002. En un centro ocupacional...)

...se decía que la casa estaba maldita. Nos daba igual. Estábamos frente a la verja de algo más de dos metros y medio de altura y justo detrás la espesa vegetación no nos dejaba ver más allá. Conocíamos todas las leyendas sobre la casa, pero eso, las leyendas solo son leyendas.
Un débil candado, partido y oxidado, era la única resistencia que teníamos delante, antes de pasar a lo desconocido. Abrimos la puerta, realmente tuvimos que hacer más fuerza de la esperada, pero la cruzamos. Pronto notamos que las malas hierbas no nos dejarían pasar fácilmente.
La vegetación era asfixiante. Decenas de diversos tipos de plantas y árboles nos rodeaban y con ellos todo tipo de sonidos, provenientes tanto del suelo como del cielo.
- ¡¡¡Miguel!!! - El grito de David sonó a desespero. -La última vez que te hago caso en una de tus estúpidas apuestas...
- ¿Igual me dirás que esto te parece aburrido? -Insinuó Miguel.
- Pues si te soy sincero hubiera preferido otra cosa...
- ¿Cómo qué? - Continuó Miguel. - ¿jugar con la Play?
- No me hables de la Play. Tú y tu estúpido orgullo... "Puedo ganar a cualquiera al FutbolMachPlay" . ¡A cualquiera dijiste! Miguel.
- Casi lo consigo. El problema es que tú, David, me pusiste nervioso con el tiempo, que si no...
- Si no ¿qué? ? Interrumpió David...- ¿O te tengo que recordar que perdías ¡¡¡TRES A CERO!!! A falta de dos minutos?
- Pues eso, DOS MI-NU-TOS. Eso para mí es más que suficiente...
- ¡¡Pues ya se notó!! -Volvió a interrumpir David.
- Ese es el problema, que me pusiste, TÚ, nervioso.

Los dos muchachos se adentraban poco a poco por el escaso sendero que aún quedaba de lo que un día fue un bonito camino empedrado. Su charla no les dejaba ver lo oscuro que se estaba tornando todo y lo lejos que empezaba a quedar la puerta que escasos minutos antes habían cruzado.

- No resistiremos. Cada vez están más cerca.
- Te digo que este palacete nunca ha caído y no va a caer ahora.
Todo tembló. La última bomba había hecho explosión realmente cerca. El socavón que había dejado en el camino a la puerta principal era más que profundo. El ejército francés intentaba cercar la casa. Desde el interior algunos mercenarios, varios labriegos y los pocos señores feudales que quedaban vivos pese a haber perdido sus cortijos y otras propiedades, disparaban sus arcabuces y pistolas.
En las bodegas, ocultos y protegidos por los muchachos más jóvenes, quedaban las mujeres y los ancianos casi inválidos. Entre ellas una dulce muchacha de tan solo 14 años, hija de la señora de la casa. Ayudaba a los más débiles y bajo sus faldas escondía un pequeño trabuco...
- Como no llegue pronto nuestro ejército caeremos todos muertos. El muro sur está cediendo y en cualquier momento entrarán a los jardines. Además el agua escasea y no nos queda a penas munición.
- No te alarmes. Yo, señor de Santiner y Armendior, te digo que saldremos con vida de ésta, mi casa. La casa de todos vosotros. Y la única que queda en pie en muchos kilómetros a la redonda. Y jamás. Digo jamás, consentiré que unos fulanos y rabiosos perros pongan un solo pie en cualquiera de las piedras y losetas de este suelo...


- Vámonos Miguel, la puerta está cerrada. Se ve a simple vista.
- Simple vista, simple vista. Tú David siempre tienes suficiente con ver las cosas desde lejos. De acuerdo, perdí yo el partido. Y sí, soy un bocazas por decir que ganaba a cualquiera. Pero tampoco era tan grave lo que nos jugábamos: "Quien pierda tendrá que entrar en "la casa maldita"y coger un objeto de allí".
¡No querrás que coja una flor del patio! ¿verdad?
Los dos muchachos llegaron hasta la puerta principal. Algunas de las vidrieras quedaban aun encajonadas en sus marcos de madera. Otras medio rotas y sobre todo las inexistentes estaban parcial o totalmente llenas de telarañas.
Miguel cogió una rama del suelo y rasgó una de las telas. Se agachó un poco y arrimó la cabeza con un ojo cerrado para poder ver el interior.
- ¡Mierda! - Y según exclamaba Miguel caía de espaldas. David dio semejante salto que a punto estuvo de perder el equilibrio.
- ¿Qué ha pasado? ¡¡¡Dime, dime!!! Jodeeeer, yo me voy corriendo.
- ¡Quieto ahí! Solo ha sido una araña. Me he asustado. Entremos, no parece haber nadie. Pero suéltame la espalda. Mira que eres crío.

La puerta estaba cerrada. Pero Miguel metió la mano por una de las cristaleras rotas y alcanzó el pomo. La puerta que no estaba cerrada con vuelta de llave se abrió. Un pequeño chasquido y el chirriar de las bisagras indicaban que la puerta llevaba muchos años sin ser utilizada. Dentro todo estaba aún más oscuro.
- ¡Va rápido, coge lo que sea y marchémonos!
- Te digo que no, David. No seas impaciente. Veamos qué misterios aguardan en la casa...
Mientras Miguel hablaba y avanzaba, David no dejaba de mirar de un lado para otro. Ciertamente aterrorizado con la simple idea de estar dentro de la Casa Maldita.

martes, marzo 07, 2006

La buena estrella de Joe Lewis

Joe Lewis acostumbra a despertarse de sus largas siestas con una mezcla de nuevo cansancio, malas pulgas y energía renovada. Joe Lewis es muy constante para echarse sus siestas pero absolutamente inconstante para todo lo demás que le suponga el más mínimo esfuerzo. Joe Lewis es curioso así que enciende la televisión y observa distraído las noticias de la noche. Joe Lewis acostumbra a dormir mucho, así no tiene que convivir con su propia indolencia. Sin embargo, Joe Lewis es curioso y se entusiasma fácilmente. Escucha con atención la noticia del lanzamiento de una nueva sonda espacial y Joe Lewis se sonríe, porque es inteligente. "Como las carabelas de Colón partiendo a descubrir la ruta de las especias por el oeste" se dice con autosuficiencia pues conoce ese dato y vuelve a sonreír, satisfecho de haber podido aportar su granito de sabiduría a tamaña empresa científica. No en vano Joe Lewis es una persona leída. Tiene una carrera aunque no ejerce pues para ello tendría que esforzarse muchísimo más que para prepararse las chuletas que le permitieron aprobar los aburridos exámenes. "Tengo una carrera", se dice complaciente mientras se arrellana en su sofá y vuelve a abandonarse a las noticias vespertinas.

No obstante, Joe Lewis es apasionado. Recuerda cómo de niño le interesó la noticia de aquella ballena varada en la costa y cómo rápidamente buscó todo lo relativo a las ballenas en las extensas enciclopedias familiares. Desde entonces Joe Lewis ha escuchado esa misma noticia decenas de veces y sigue sin comprender la extraña relación que mantienen las ballenas con las costas. Más aún desde que su padre, abogado de profesión, día sí y día también y entrando triste a casa anunciaba a su familia que ese mes tendrían que apretarse el cinturón pues había perdido un caso y tenía que pagar las costas. Joe Lewis es inteligente y leído pero nunca entendió la filia de las ballenas para con las costas, a no ser que fueran unos animales estúpidos carentes de todo sentido de la economía familiar y les encantara quedarse sin regalos de Navidad.

Joe Lewis es muy apasionado y también muy voluble. Es capaz de pasar de un estado de absoluta somnolencia a otro de gran dejadez, siempre y cuando eso no le suponga ningún esfuerzo. A Joe Lewis le gusta emocionarse y sentir. Puede soportarlo. Por eso su mente de científico le apunta la posibilidad de salir al balcón y contemplar la noche estrellada. "Ahí arriba está el planeta al que se dirige la sonda de la noticia" se dice muy excitado. Joe Lewis no acostumbra a mirar al cielo. Prefiere caminar mirando al suelo pues tal es su naturaleza práctica que siempre opta por observar el pavimento en busca de cacas de perro y esputos de viejos que sortear, aún cuando eso no le impida, si nadie lo ve, lanzar su pequeña y viscosa contribución al inmenso basurero que es la Tierra. Así pues, Joe Lewis sabe lo que es un planeta aunque nunca se haya preocupado de ver ninguno, ni siquiera el suyo. Él es leído, es inteligente y tiene una carrera. Y Joe Lewis lo sabe.

Abre la puerta del balcón y a pesar de la fría noche invernal se dedica durante varios segundos a otear el firmamento. Se siente decepcionado pues no consigue ver ningún astro y los planetas que él ha visto en libros eran enormes. Decepcionado y engañado sólo consigue atisbar un pequeño puntito blanco que, a pesar de brillar con persistencia y firmeza no deja de ser ridículo en su tamaño. "Puede que se hayan ido", se dice con tristeza. Joe Lewis es sabio y sabe que los planetas describen órbitas en su viaje alrededor del sol. Seguramente ha elegido el momento del año en el que los planetas sólo se pueden ver si se mira por detrás de su casa. Podría bajar a la calle pero eso significaría un gran esfuerzo para él, así que opta por quedarse quieto y sabiendo que los planetas se desplazan en órbitas, quizás alguno pase pronto delante de él.

Joe Lewis es paciente y persistente en su indolencia. E intenso. Es tan intenso que una vez trató de convencer durante dos horas a una amiga para que tomara un café con él. Cuando por fin lo consiguió su amiga le informó de que ya era la hora de cenar y que la tenía comprometida. "Quizás por eso accedió a tomar ese café conmigo", observó Joe Lewis. Definitivamente, Joe Lewis es intenso. Por eso no desfallece tras los primeros minutos de observación infructuosa. Tras una breve pero intensa reflexión, Joe Lewis cae en la cuenta de que su campo de visión puede verse ampliado si mira hacia arriba. Es una posibilidad que no se le había ocurrido pues Joe Lewis acostumbra a mirar hacia el suelo. De repente el cielo se ilumina y en el cenit descubre un amplio disco blanco recortado contra un cielo casi azulado por la luz. Entre asustado y emocionado, Joe Lewis retrocede hasta la barandilla del balcón con tan mala fortuna que se agarra a un macetero suelto y ambos, el macetero y él, se precipitan al vacío. Pero Joe Lewis no se preocupa pues no es la primera vez que visita el suelo desde esa altura. De niño acostumbraba a impresionar a su familia tras la cena de Nochebuena anudándose al cuello el mantel de cuadros rojos de su madre para después lanzarse por el balcón llevando tras de sí restos de turrón y cucharillas enganchadas a los flecos del mantel. Ni que decir tiene que tanto sus progenitores como sus parientes más cercanos disfrutaban sobremanera de esa ingeniosa recreación de Superman que, entusiasmado, Joe Lewis repetía cada año hasta que con catorce estuvo a punto de no cumplir los quince. Ahora Joe Lewis se aferra con fuerza al macetero y, mientras cae, el tiempo parece detenerse contemplando el maravilloso planetoide blanco que flota en el cielo. Y sonríe con una amplia sonrisa hacia la amable cara que le mira. Joe Lewis también es muy amable y atento.

Joe Lewis yace junto a los restos del macetero en el frío suelo de la acera. Oye a la gente alrededor suyo inquieta y aterrada llamando a las asistencias. Joe Lewis sigue sin preocuparse. Se imagina controlando la situación pues es una persona muy serena y nunca pierde la calma. Como es tan inteligente, rápidamente le viene a la cabeza una de las leyes de Murphy: "Si eres capaz de mantener la calma mientras alrededor tuyo todo el mundo pierde la suya y se rasga las vestiduras de desesperación, entonces es que no has entendido bien el problema", o algo así, se dice. Joe Lewis se sonríe recordando la frase pues se sabe culto, inteligente y sereno. Pero esta vez, en efecto, no entiende el problema en absoluto. Ya no sonríe. Joe Lewis sabe, en el fondo, que no es sino un fraude.

Nota: El personaje de Joe Lewis está inspirado en Julius, personaje creado por Inspector Clouseau, a su vez inspirado en el personaje de Julius, creado por el programa de Radio 3 "Especia Melange", con los cuales guarda un innegable parentesco.

sábado, marzo 04, 2006

Y cuando la música suena...

Y cuando la música suena...
Y cuando los recuerdos vuelven...
Y cuando te proyectas en quien no eres...
Y cuando te proyectas en quien quisieras ser...
Y cuando en ellos te ves a ti...
Y cuando en ellos crees verte a ti...
Y cuando no es cierto, es su libertad...
Y cuando los miras y sueñas...
Y cuando la música sigue sonando y nunca parará...

Y cuando miras sus ojos y te gustaría ver los tuyos...
Y cuando esgrimen una sonrisa y te conquistan...
Y cuando recuerdas ser el que ya no eres...
Y cuando piensas si eres el de aquel recuerdo...
Y cuando en tu mente pasan las cosas y no sabes si has dejado o si ha de llegar...
Y cuando mezclas esos sabores, esos olores, esos colores...
Y cuando la música no cesa... y que no cese

Y si fueran lo que tú quieres...
Y si fueran lo que tú temes...
Y si fueran lo que ellos no quieren y es por ti...
Y si fueran lo que sí quieren y te duele a ti...
Y si su ser y tu desear fueran lo mismo...
Y si ya temes lo que aún no es...
Y si su música te gusta a ti...

Y sigue esa música, te machaca, la necesitas, la has de oír...
Y sigue ese volar de recuerdos...
Y sigue ese sabor agridulce... sabes que te gusta... pero ¿podría haber sido mejor?
Y sigue esa vorágine de ideas y te acosan...
Y sigues siendo TÚ...
Y la música... la música también eres TÚ...


Para Marc y Joel
...y ahora también para tí, Jana...

(Actualizado a finales de 2009)

domingo, febrero 05, 2006

Como sugería Voltaire...

...la palabra es el camino hacia otras personas. Vive en silencio y vivirás solo. Todos llevamos tanto dolor escondido en nuestros corazones. Amor dolor y belleza, parece que van juntos, como un pequeño, bonito y confuso lote. La vida es un asunto complicado, es... difícil de entender, llena de sorpresas, algunas buenas y otras malas.


Chris Stevens desde la K-OSO

lunes, enero 30, 2006

Consejos para la amiga de Mr. Azul

Prioridades, objetivos, sueños... cada cual tiene los suyos. A veces irrealizables tanto por uno mismo como por un grupo de personas. Pero son los personales los que tienen más valor que todos los demás. Por eso es tan difícil resistirse a abandonarlos. Cuando no queda otro remedio que hacerlo, un gran hueco en nuestro interior lo reemplaza. Y por eso hay que luchar más denodadamente para alcanzarlos. Aunque nunca se consigan hay que tratar por todos los medios no cejar en el empeño. Una y otra vez, y otra y otra.

Cuando el tema es aunar esfuerzos para formar pareja... todo lo anterior se multiplica exponencialmente, y esa es la razón por la que se necesita la compañía adecuada para el gran viaje. Si no se tiene, el naufragio está asegurado. La búsqueda de compañía puede llevar sólo un instante en ocasiones, pero las más de las veces, es necesario mucha paciencia e incluso (en ocasiones demasiado) ensayo y error. Pero también la gracia del "juego" reside en el "juego". Todo lo que realizamos a lo largo de nuestra existencia, tanto las buenas, como sobre todo las no tan buenas experiencias nos ayudan a conocernos mejor y a conocer mejor a los que nos rodean.

¿Y cómo saber si la elección es la acertada? La respuesta correcta es que no se sabe nunca... al 100%. Pero la especie humana no ha sido "creada" en tales términos de perfección. Al menos tenemos las herramientas necesarias para discriminar bastante bien lo que nos conviene y lo que no. Si se escoje a una persona con la que no se comparten ni prioridades, ni objetivos... ni tan siquiera un sueño... no creo que pueda ser la opción más adecuada.

Todo lleva su tiempo pero... "Hemos olvidado que nuestra única meta es vivir y que vivir lo hacemos cada día y que en todas las horas de la jornada alcanzamos nuestras verdadera meta si vivimos..."

Además... ¿cuál era la finalidad de la vida de una persona? Creo que es pasar "su" tiempo lo mejor posible, lo que implica que debe pasarlo en la mejor compañía posible siempre que le sea posible.

JULIUS ESCRIBE UN CUENTO CORTO

Hoy Julius se ha levantado con una obligación que se ha impuesto a sí mismo, va a escribir un relato corto. A Julius no le gusta escribir, lo que realmente le gusta a Julius es no hacer nada. Cuando Julius no hace nada, realmente no hace nada. No lee un libro, no vagabundea por las calles, no habla con nadie, no piensa en nada, sólo está tumbado con música de fondo. Tiene música de fondo porque Julius cuando no hace nada, no le gusta ni tener que escuchar un solo ruido.

Hoy Julius se ha levantado y se ha impuesto a sí mismo escribir un relato corto, a Julius no le gusta que otra persona le imponga algo. De pequeño solía tirarse por las escaleras para lesionarse y tener que llevar muletas, así la profesora de matemáticas no podía llamar a Julius al encerado. A Julius no le gustaba que le llamaran al encerado, ni siquiera le gustaba que llamaran encerado a la pizarra. Así que Julius decidió tirarse por las escaleras, directamente hacia abajo, primero cerraba los ojos y luego se inclinaba poco a poco hasta que la fuerza de gravedad hiciera el resto, a Julius le gusta la física. Julius se tiraba escaleras abajo por no ir al encerado. A veces se hacía más daño del que él esperaba, y otras apenas se hacía unos rasguños sin importancia, pero Julius es consecuente con sus ideas, no se desalienta ante nada, cuando decide hacer algo, lo hace hasta el final. Cuando se tiraba escaleras abajo y alguno de sus miembros se enredaba con los travesaños de la escalera, subía cojeando y volvía a tirarse hasta acabar con su labor. Julius es muy cumplidor.

Hoy Julius ha decidido escribir un relato corto, como los melangistas ya saben, Julius ha acabado con el maldito clip de ayuda de Microsoft Word, esta victoria moral le ha hecho tomar confianza en si mismo, de hoy no pasa, hoy va a escribir un relato corto.

Julius es un escritor vocacional, solía pasa horas y más horas delante de un folio en blanco sin escribir una sola palabra. Hasta que decidió pasarse a la tecnología digital, y desde entonces se ha pasado horas y más horas delante de una pantalla en blanco sin escribir una sola palabra. Los escritores vocacionales no tienen porque escribir. Julius tiene esto muy claro.

El paso de ser escritor vocacional a escritor en apto es muy sencillo en apariencia, y ese es el gran problema de Julius. Julius odia las apariencias. Una Navidad cuando era pequeño, justo después de acostarse, Julius escuchó un ruido extraño, salió de su cuarto y vio a un hombre de espaldas dejando unos paquetes junto al arbolito torpemente decorado. Julius sabe que Papa Noel no existe, así que se acercó lentamente y prendió fuego al traje de aquel impostor. Ese año Papa Noel no le dejó mas que restos de un juguete de plástico quemado, eso sí, los reyes Magos le dejaron un tren eléctrico, pero Julius tuvo que ir al hospital, donde se recuperaba su padre de quemaduras de primer grado, para recogerlo. Desde entonces a Julius le encanta la Navidad.

Julius babea recordando esas entrañables fecha tan llenas de bonitos recuerdos, pero, ¡NO!, Julius rápidamente se centra, deja escapar las últimas gotas de saliva viscosa y posa sus dedos llenos de cicatrices en el teclado, respira profundamente y? continua respirando profundamente, a Julius hoy no se ocurre nada que escribir, tantos días dejando pasar ideas y horas delante de la hoja en blanco y hoy solo deja pasar las horas. Julius no lo entiende, a Julius le gusta no entender las cosas, pero esto no le sirve de alivio, ya que hoy Julius ha decidido pasar de ser de ser un escritor vocacional a ser un escritor en apto.

Las horas están pasando y Julius sigue frente al teclado, inmóvil, cansado pero impasible. Julius tiene los músculos tensos de no moverlos en horas, pero Julius ha tomado una decisión. Las horas están pasando y Julius sigue frente al teclado, todavía inmóvil, más cansado y todavía impasible. Julius es todo un cumplidor.

La física que tanto le gusta a Julius continúa fiel a sus leyes, y tras el día, llega la noche, y con ella el sueño.

Julius se siente un poco atontado, con dolor de cabeza, pero eso no es lo que más le extraña, nota que su cabeza está demasiado horizontal para estar despierto, ¡MALDICIÓN!, exclama Julius, a Julius le gustan las palabras con significado negativo, como maldición, muerte, desolación y madre. Julius se incorpora silbando, para que nadie se dé cuenta que se ha dormido mientras intentaba trabajar.

Julius se incorpora silbando porque a Julius le va el rollo clásico. Julius sabe que no hay nadie en su casa, desde que mató al gato no hay nada vivo en su casa, pero aún así Julius se incorpora silbando.

Julius se incorpora silbando y enfrente suyo el destino ha obrado el milagro. La pantalla está parcialmente en blanco, solo manchada por las letras que ha escrito al dejar caer la cabeza sobre el teclado cuando se ha dormido involuntariamente.

Julius sonríe satisfecho. Julius sabe valorar el trabajo bien hecho, acaba de escribir su primer cuento corto. Julius ha pasado de ser un perpetuo escritor vocacional a ser un escritor en apto.

Julius coge el ratón lo mueve hasta hacer coincidir una pequeña punta de flecha blanca encima de un cuadrado rojo en el que hay una pequeña cruz blanca y pulsa el botón de la izquierda. Julius ve un como aparece una ventana en la pantalla del ordenador que le pregunta algo, le da dos opciones, Sí, No y Cancelar. Julius no se lo piensa, responde No, a Julius le gusta las palabras con significado negativo, como maldición, muerte, desolación, madre y No.




Este relato esta basado en el personaje de Julius, que apareció en el programa de RNE 3 Especia Melange.

Inspetor Clouseau.
?It won't be easy, that is why I have always failed where others have succeeded!?

sábado, enero 28, 2006

Antes de la batalla

Por todo lo que debimos pensar
y no pensamos.
Por todo lo que debimos decir
y no dijimos.
Por todo lo que debimos hacer
y no hicimos;
te imploramos, oh señor, misericordia.
(te imploramos, dios, tu benevolencia.)

Oración de Omar Ibn Fadlhan



He aquí que veo a mi padre.
He aquí que veo a mi madre,
a mis hermanas y mis hermanos.
He aquí que allí veo el linaje de mi pueblo
¡hasta sus principios!
y he aquí que me llaman.
Me piden que ocupe mi lugar
entre ellos,
en los atrios de Walhalla;
el lugar donde viven los valientes
para siempre.

Oración antes de la última batalla de la película El Guerrero nº 13