lunes, mayo 21, 2007

Soltando cabos

Escucha y si quieres lee...




El bravo mar me aleja de mi barco.
La tempestad lo hizo añicos y un pequeño trozo de madera es mi único asidero, mi única esperanza.
La corriente parece acercarme a la costa, a una nueva costa, a una tierra que no conozco.
Parece confortable, cálida y tranquila. La vegetación lo inunda todo y se presume vida por doquier…

Pero mi barco se ha quedado en mar, lejos de mí. Se va, ya no lo veo y no se si lo volveré a ver.
Llegará a buen puerto y será reparado.
No veré más la cara de sus tripulantes, de mis excompañeros.
Poco a poco me olvidaré de ellos y ellos de mí.

Mi nueva tierra. Mi nuevo paraíso, mi vieja esclavitud.
Atado a un recuerdo, obligado a una realidad.
Y allá, donde esté mi barco, donde mis amigos quedaron ¿qué será de ellos? ¿Cuántas nuevas aventuras vivirán? ¿Cuántos nuevos sentimientos, nuevas sensaciones, viejos recuerdos tendrán?



Las cosas pasan rápido, muy rápido y desde aquí no las controlo. Siquiera las veo, siquiera las siento ¿siquiera lo valgo?
Tampoco desde ahí saben de mí, pero tal vez eso ya no les importe.
Las cosas suceden y eso es lo que cuenta…
¿Cuántas me estaré perdiendo? ¿O son ellos quienes se las pierden?

Buenas noches a todos. Abriré bien los ojos para ver en la lejanía. Parece que hay nuevos vientos en tierra firme.


PD actualizada: Gracias al moderador la canción ha quedado ingrada en esta página. De cualquier forma dejo lo que escribí en un primer momento.

Como no se cómo poner esta canción que creo os gustará, pongo este enlace a una página personal perdida por ahí que no recordaba que tenía y que no está muy actualizada, o tal vez sí.

Si nuestro moderador sabe o prefiere otra forma de poner la canción es libre de hacerlo.

La canción es de Baglietto con la colaboración de Lito Vitale y su título “Tonada de un viejo amor”.
Espero que la disfrutéis. Con ella di luz a quien no veía y me dio un camino cuando no lo encontraba.


viernes, mayo 11, 2007

Día tras día...

No dejes que termine el día sin haber crecido un poco, sin haber sido feliz, sin haber aumentado tus sueños. No te dejes vencer por el desaliento.

No permitas que nadie te quite el derecho a expresarte, que es casi un deber.

No abandones las ansias de hacer de tu vida algo extraordinario.

No dejes de creer que las palabras y las poesías sí pueden cambiar el mundo. Pase lo que pase nuestra esencia está intacta.

Somos seres llenos de pasión. La vida es desierto y oasis. Nos derriba, nos lastima, nos enseña, nos convierte en protagonistas de nuestra propia historia. Aunque el viento sople en contra, la poderosa obra continua: tú puedes aportar una estrofa.

No dejes nunca de soñar, porque en sueños es libre el hombre...


Walt Whitman